Un bebé llamado Ward Miller nació prematuro, exactamente tres meses y medio antes de lo previsto y que pesó unos 700 gramos. Debido a esto, estuvo 100 días en la incubadora y su padre día tras día iba grabando su proceso.
"Quiero agradecer a los médicos, enfermeras y personal de todo el mundo que tiene como misión hacer que los bebés estén mejor. ¡Es gracia a ustedes que mi hijo siempre tuvo la oportunidad de llegar a casa!", dijo finalmente el padre del bebé.
La verdad que es duro pensar cada día, cada segundo que pasará, si será fuerte o no, y más en tanto tiempo..pero nunca se sabe lo que puede pasar.
Al concluir el vídeo observaréis la leyenda: “Hay dos maneras de vivir la vida. Pensando que nada es un milagro y la otra es pensar que todo es un milagro.”
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